martes, 12 de mayo de 2020

Hablemos del rendimiento en canal

Una vez se ha retirado piel, vísceras, cabeza, patas y cola del bovino, la estructura resultante se denomina canal. Esta canal primaria por razones de manejo, maduración y mercadeo se divide a lo largo de la columna vertebral dando como resultado dos medias canales. En Colombia, las canales bovinas se clasifican según su origen como: de novillo cuando viene de machos jóvenes, de toro cuando proviene de machos enteros plenamente desarrollados y de hembra cuando su origen son vacas completamente desarrolladas con uno o más partos (a estas hembras además se les retira la ubre y grasa circundante).


El rendimiento en canal es una proporción entre el peso de la canal completa (antes de dividirla en mitades) sobre el peso del animal completo, mostrando en términos de porcentaje cuánto es la utilidad efectiva del animal a comercializar.  En esencia, los bovinos tienen una conformación similar que teóricamente llevaría a rendimientos constantes, pero las diferencias en la proporción son claves para lograr mayores rendimientos. 

En Colombia, se ha implementado programas de mejora genética buscando incrementar los rendimientos en canal, disminuyendo el grosor de los huesos y  tamaño de las vísceras, entre otros. No obstante, dichas mejoras parecen no verse reflejadas: si analizamos los últimos 4 años podemos ver que el rendimiento en canal no ha tenido un cambio importante, fluctuando entre 49.3% y 53.6%, siendo los machos los de mayor rendimiento, seguido por las hembras y por último los novillos (Censo Sacrificio Total Nacional, DANE 2016-2020).

¿Qué condiciones estarán afectando el rendimiento en canal en el país? ¿Necesitamos más de planes de mejora? Te invitamos a compartir con nosotros tus opiniones y a seguirnos en nuestras redes para conocer más datos interesantes.
Rendimiento




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